21 de abril de 2017

DIARIO






Continúo con el atiborramiento de casi todo lo publicado por don Tomás Segovia, y que no tenía, o que hay variedades, o me gusta la edición o me da por ahí. Que aunque digan mis enemigos que soy un vago y no trabajo. Incluso lo cascan delante del juez, que ya traeré el acta donde lo casca uno... Hay todo tipo de chalaos por esta tierra... Aunque digan eso, para mi, desde siempre el concepto y hecho del trabajo es algo superado del que tienen el común de los paisanos. Que o bien lo creen castigo y soporte, sufrimientos y penas y dale que te pego, o lo tienen por güeno si no haces muchos esfuerzos, sobre to mental. En mi vida hice de todo, desde que a los doce añitos tuve que buscarme el bollo... Y hace poco incluso mantuve conversación con señora del pueblo manchego de Tembleque, a propósito de los dos meses que me tiré currando en tal sitio, al servicio de Manolo Zamarra, que fue sargento del ejército republicano manchego, hombre de pro y cojera, que era señal de su lucha. Uno le fue vendimiador que fue tratado con deferencia por mi probidad en el oficio... Y así podría ir recorriendo casi toda la geografía española por donde uno fue trabajando en diversas cosas, de lo más peregrinas. Y sabiendo ahorrar para los tremendos tiempos de paro...
Y retomo el terrible Pasolini, lo que me faltaba que ver o que había perdido.
Pero especialmente ando acaparando lecturas de Luis Martín Santos o sobre su ser y obra. Ya he iniciado ese estupendo estudio del ser humano que, al parecer, fue, a cargo de José Lázaro: Vidas y muertes de Luis Martín Santos. Uno siempre a contramoda y modos o modales de los que van al día pijoteros. Inicié anteayer la lectura y gozosa pasión..., maravilla.
Como ayer tuve una caída grave y me fastidié un pie, que ando fatal, y dándome aceite de emu puro, del que mi amigo Manolo me dejara, tomando algo de homeopatía -arnica montana 30CH- y baños de impresión de media hora, frío/caliente, pues voy a tener grandes sentadas releyendo y leyendo mucho todo esto nuevo y de antaño. Espero no quedar cojo a fuer de cojonudo.
Sé que voy a gozar con el libro del maestro Senabre: El lector desprevenido, como un cochino. Y otro que espero del mismo maestro: Los escritores y el lenguaje...

Vino anteayer un amigo para invitarme a dar una charla a chavales y chavalas de instituto, sobre el proceso de crear un libro... Muy agradecido, sobre todo por el tema tan abierto de páginas en blanco que me ofertan y procuraré estar dignamente a la altura y pasar un buen rato aprendiendo tanto como se hace en estos encuentros. Y viviendo frente a la muerte que depara el exterior, oye.


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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.